LA PRINCESA Y EL SAPO. El regreso de Disney a la animación tradicional.
"La princesa y el sapo", la vuelta de Disney a la animación artesanal y su primera heroína afroamericana.
Nunca digas nunca. En 2004 Disney anunció que Vacas vaqueras era su última película de dibujos animados tradicionales, y se abocó desde entonces a la animación digital. Hasta ahora, con La princesa y el sapo, que se estrena el jueves, y marca el regreso a la tradición del propio Walt de poner manos a la obra, literalmente. Así, el filme marca un hito en Disney, o mejor dicho, dos.
Porque además del retorno al 2-D hecho a mano que los estudios popularizaron desde la década de 1920, es la primera vez, en estos 80 años, que la protagonista será afroamericana. Si bien la factoría de Mickey saldó sus deudas étnicas con Mulan, Pocahontas o Jazmín, nunca hubo una heroína de color. Además, la historia transcurre en Nueva Orleans, ciudad clave de la cultura negra estadounidense, lugar que sigue recuperándose tras las pérdidas del huracán Katrina.
Mark Henn, supervisor de la animación de todo el filme, creador del personaje de esta princesa, Tiana, y un experimentado en Disney (dibujó también a las protagonistas de La Sirenita, La Bella y la Bestia y Aladino), desde el otro lado del teléfono aclara la primera duda: ¿por qué regresar a la animación artesanal? “En una palabra –dice–: eso decidió John Lasseter, nuestro jefe”. Sorprendente, porque Lasseter, desde 2006 productor ejecutivo y gerente de los estudios Disney, es el gran cerebro de la animación digital de Pixar, director de los filmes pioneros Toy Story 1 y 2.
Lasseter se animó“Lasseter es un fan de la animación, en su cabeza no importa si es stop motion, digital o tradicional, ama todas las formas de la animación, y no entendía por qué en Disney se dejaron de hacer esas películas. Así que apenas asumió, ese fue su deseo”, añade Henn.
El dibujante aclara, además, que el furor tecnológico no alteró su rutina creativa. “Animo a la princesa de la misma manera como lo hice siempre, con lápiz y papel. Casi la mitad de esta producción se hizo de esa manera. Claro que han cambiado algunas herramientas, ahora pintamos digitalmente, por ejemplo, pero el procedimiento del dibujo es el mismo”, explica.
–¿Qué detalles hacen a un personaje animado más humano?
–No deja de ser algo mágico, pero sobre todo se relaciona con las formas artísticas. Me suelen preguntar si me canso de dibujar lo mismo una y otra vez, y la verdad es que no, no dibujo siempre lo mismo, es el mismo personaje, pero cada escena es diferente. En cuanto a que los personajes deben ser creíbles, eso es parte del proceso actoral, y con un papel y lápiz puedo crear una performance de mi personaje tan vívida como lo hace un actor. Y, claro, hablamos mucho con Anika, quien pone la voz a Tiana. Y, como se hace desde Blancanieves, usamos como referencia a una actriz, que filmamos interpretando las escenas, para tomar nota de sus movimientos.
Los Grimm, en jazz
La película, una versión moderna del clásico de los hermanos Grimm, es un gesto (tardío, según algunos) con una parte importante de la cultura de Estados Unidos: con la comunidad afroamericana, con la clase trabajadora, con el jazz y con una ciudad tan importante en la historia del país como Nueva Orleans. “Nuestros cuentos suelen situarse en tierras de fantasía, similares a lugares reales, pero nunca con referencias explícitas. Esta vez, se decidió que fuera un lugar real”.
–¿La inclusión de esta princesa fue para saldar una deuda con la comunidad afroamericana?
–Cuando los directores propusieron esta película, la decisión fue que esta historia se llevara a cabo en Nueva Orleans y así les parecía la mejor manera de contarla y de elegir a los personajes. Sucedió así, no hubo un mandato previo, ni nada por el estilo. En este caso, es un cuento de hadas americano, en esa ciudad, y la idea era un buen vehículo para presentar a nuestra primera princesa afroamericana.
Princesa y trabajadora
Todo el mundo hace referencia a la novedad de que Tiana es afroamericana, pero hay otro dato para destacar en La princesa y el sapo: es la primera princesa de clase trabajadora. No es que las demás hayan sido vagas (Cenicienta fregaba, Bella limpiaba, Blancanieves cuidaba a los enanos y Ariel...bueno, Ariel nadaba). Tiana, en cambio, es camarera y tiene el sueño de crear su propio restaurante, mientras que su galán califica como lo que hoy llamaríamos un zángano.
“Al principio no es una princesa, sino una chica de una familia trabajadora. Pero trabaja demasiado, es una adicta al trabajo, se obsesiona con sus obligaciones y se olvida de su vida, de sus amigos, del ocio. Al príncipe, en cambio, le gusta jugar y divertirse. Él necesita disciplina, ella necesita disfrutar de la vida, y juntos se complementan”, resume Mark Henn.
Disney no está solo
A diferencia de las épocas dorada de sus filmes de animación, Disney ya no es el único estudio a gran escala que crea estos filmes. Dreamworks (Shrek) y Blue Sky (La era de hielo) tienen ya un lugar de peso en el circuito, tal como Pixar (Up), que hoy es una subsidiaria de Disney. “Este contexto es bueno, que haya competencia y otros estudios es sano para la industria”, afirma Mark Henn.
“La película tiene todos los ingredientes de los clásicos de Disney: elementos mágicos, personajes interesantes, personajes secundarios graciosos, los buenos y el malo, y la música. La música también sigue esa tradición, porque se usa como vehículo narrativo, la historia no se detiene con las canciones, sino que las canciones siguen haciendo avanzar la acción”, dice Mark Henn, animador del filme. La música, en clave jazz, fue compuesta por Randy Newman, ganador de un Osar por Monster Inc.
Un cuento de hadas moderno
La princesa y el sapo, animación, musical. Dirección: Ron Clements y John Musker. Voces: Anika Noni Rose, Bruno Campos, Keith David, Oprah Winfrey. Música: Randy Newman. Sinopsis: el arrogante príncipe Naveen conoce a una camarera muy trabajadora, Tiana, pero él es transformado en sapo por un mago, y ella deberá animarse a besarlo para romper el hechizo.
A continuación, el primer y el segundo Trailer:
Trailer #1
Trailer #2
Fuente: LaVoz/Vos
"La princesa y el sapo", la vuelta de Disney a la animación artesanal y su primera heroína afroamericana.
Nunca digas nunca. En 2004 Disney anunció que Vacas vaqueras era su última película de dibujos animados tradicionales, y se abocó desde entonces a la animación digital. Hasta ahora, con La princesa y el sapo, que se estrena el jueves, y marca el regreso a la tradición del propio Walt de poner manos a la obra, literalmente. Así, el filme marca un hito en Disney, o mejor dicho, dos.
Porque además del retorno al 2-D hecho a mano que los estudios popularizaron desde la década de 1920, es la primera vez, en estos 80 años, que la protagonista será afroamericana. Si bien la factoría de Mickey saldó sus deudas étnicas con Mulan, Pocahontas o Jazmín, nunca hubo una heroína de color. Además, la historia transcurre en Nueva Orleans, ciudad clave de la cultura negra estadounidense, lugar que sigue recuperándose tras las pérdidas del huracán Katrina.
Mark Henn, supervisor de la animación de todo el filme, creador del personaje de esta princesa, Tiana, y un experimentado en Disney (dibujó también a las protagonistas de La Sirenita, La Bella y la Bestia y Aladino), desde el otro lado del teléfono aclara la primera duda: ¿por qué regresar a la animación artesanal? “En una palabra –dice–: eso decidió John Lasseter, nuestro jefe”. Sorprendente, porque Lasseter, desde 2006 productor ejecutivo y gerente de los estudios Disney, es el gran cerebro de la animación digital de Pixar, director de los filmes pioneros Toy Story 1 y 2.
Lasseter se animó“Lasseter es un fan de la animación, en su cabeza no importa si es stop motion, digital o tradicional, ama todas las formas de la animación, y no entendía por qué en Disney se dejaron de hacer esas películas. Así que apenas asumió, ese fue su deseo”, añade Henn.
El dibujante aclara, además, que el furor tecnológico no alteró su rutina creativa. “Animo a la princesa de la misma manera como lo hice siempre, con lápiz y papel. Casi la mitad de esta producción se hizo de esa manera. Claro que han cambiado algunas herramientas, ahora pintamos digitalmente, por ejemplo, pero el procedimiento del dibujo es el mismo”, explica.
–¿Qué detalles hacen a un personaje animado más humano?
–No deja de ser algo mágico, pero sobre todo se relaciona con las formas artísticas. Me suelen preguntar si me canso de dibujar lo mismo una y otra vez, y la verdad es que no, no dibujo siempre lo mismo, es el mismo personaje, pero cada escena es diferente. En cuanto a que los personajes deben ser creíbles, eso es parte del proceso actoral, y con un papel y lápiz puedo crear una performance de mi personaje tan vívida como lo hace un actor. Y, claro, hablamos mucho con Anika, quien pone la voz a Tiana. Y, como se hace desde Blancanieves, usamos como referencia a una actriz, que filmamos interpretando las escenas, para tomar nota de sus movimientos.
Los Grimm, en jazz
La película, una versión moderna del clásico de los hermanos Grimm, es un gesto (tardío, según algunos) con una parte importante de la cultura de Estados Unidos: con la comunidad afroamericana, con la clase trabajadora, con el jazz y con una ciudad tan importante en la historia del país como Nueva Orleans. “Nuestros cuentos suelen situarse en tierras de fantasía, similares a lugares reales, pero nunca con referencias explícitas. Esta vez, se decidió que fuera un lugar real”.
–¿La inclusión de esta princesa fue para saldar una deuda con la comunidad afroamericana?
–Cuando los directores propusieron esta película, la decisión fue que esta historia se llevara a cabo en Nueva Orleans y así les parecía la mejor manera de contarla y de elegir a los personajes. Sucedió así, no hubo un mandato previo, ni nada por el estilo. En este caso, es un cuento de hadas americano, en esa ciudad, y la idea era un buen vehículo para presentar a nuestra primera princesa afroamericana.
Princesa y trabajadora
Todo el mundo hace referencia a la novedad de que Tiana es afroamericana, pero hay otro dato para destacar en La princesa y el sapo: es la primera princesa de clase trabajadora. No es que las demás hayan sido vagas (Cenicienta fregaba, Bella limpiaba, Blancanieves cuidaba a los enanos y Ariel...bueno, Ariel nadaba). Tiana, en cambio, es camarera y tiene el sueño de crear su propio restaurante, mientras que su galán califica como lo que hoy llamaríamos un zángano.
“Al principio no es una princesa, sino una chica de una familia trabajadora. Pero trabaja demasiado, es una adicta al trabajo, se obsesiona con sus obligaciones y se olvida de su vida, de sus amigos, del ocio. Al príncipe, en cambio, le gusta jugar y divertirse. Él necesita disciplina, ella necesita disfrutar de la vida, y juntos se complementan”, resume Mark Henn.
Disney no está solo
A diferencia de las épocas dorada de sus filmes de animación, Disney ya no es el único estudio a gran escala que crea estos filmes. Dreamworks (Shrek) y Blue Sky (La era de hielo) tienen ya un lugar de peso en el circuito, tal como Pixar (Up), que hoy es una subsidiaria de Disney. “Este contexto es bueno, que haya competencia y otros estudios es sano para la industria”, afirma Mark Henn.
“La película tiene todos los ingredientes de los clásicos de Disney: elementos mágicos, personajes interesantes, personajes secundarios graciosos, los buenos y el malo, y la música. La música también sigue esa tradición, porque se usa como vehículo narrativo, la historia no se detiene con las canciones, sino que las canciones siguen haciendo avanzar la acción”, dice Mark Henn, animador del filme. La música, en clave jazz, fue compuesta por Randy Newman, ganador de un Osar por Monster Inc.
Un cuento de hadas moderno
La princesa y el sapo, animación, musical. Dirección: Ron Clements y John Musker. Voces: Anika Noni Rose, Bruno Campos, Keith David, Oprah Winfrey. Música: Randy Newman. Sinopsis: el arrogante príncipe Naveen conoce a una camarera muy trabajadora, Tiana, pero él es transformado en sapo por un mago, y ella deberá animarse a besarlo para romper el hechizo.
A continuación, el primer y el segundo Trailer:
Trailer #1
Trailer #2
Fuente: LaVoz/Vos
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