Imagen de un Brandy Alexander.
Cuentan que su origen está en el bar de los lujosos trenes antiguos.
En su preparación se tiene que incluir bastante hielo.
La mezcla de la crema de cacao le da un suave toque de dulzor.
Es un
cocktail delicioso para después de comer, casi podríamos decir que es un
postre por sí mismo. Pero también es copa excelente como antesala de una velada de largo recorrido y abundantes l
ibaciones, ya que su contenido cremoso ayuda a recubrir el estómago protegiéndolo en gran medida de absorciones licorosas no deseadas.
Si mezclamos a tercios: nata, crema de cacao y ginebra estaremos ante un Alexandra
Lo preparamos en coctelera con abundante hielo:
1/4 de nata fresca o crema de leche, 1/4 de crema de cacao y 2/4 de buen brandy, batimos con dulzura y servimos en copa de cocktail, rallando encima un poquito de nuez moscada. Podemos utilizar tanto crema de cacao blanca como oscura, es cuestión de gustos.
Si mezclamos a tercios:
nata, crema de cacao y ginebra estaremos ante un
Alexandra. Pudiendo rallar bien nuez moscada o un poco de coco. En ambos casos el sabor delicioso de su caricia nos servirá para iniciar o continuar una velada envuelta en
calidez y conversaciones
relajadas.Dicen que su origen tuvo lugar hace décadas en el Bar de uno de esos lujosos trenes intercontinentales -¿Quizás el Orient Express?- cuando un experimentado barman quiso envolver con dulzura a una elegante y soñadora
dama con un cocktail que evocara
recuerdos y afectos
pasados.*
Dry Martini Cosmopólitan Bar.
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