Imagen del coctel Honey Martini.
La aceituna negra marca la diferencia de este combinado.
Su sabor evoca a tardes de invierno.
El vodka macerado con piel de naranja, su principal ingrediente
según dice Dry Martini: A raíz de un encargo que me hizo un
periodista para publicarlo en varios diarios norteamericanos (New York Times, Chicago Tribium...) nació este cocktail. Lo único que me pidió es que llevara una
aceituna negra.
La aceituna negra aporta suavidad aterciopelada
El uso de la aceituna negra en coctelería ha sido muy
poco frecuente por no decir prácticamente nulo. Es por eso que la idea de utilizarla como complemento y
ornamentación me pareció muy interesante. La aceituna negra aporta
suavidad aterciopelada; es
melosa, carnosa y al comerla todo su
jugo y sabor bañado en la clase del
vodka es un fantástico complemento para un extraordinario
martini. A mí me evoca
tardes de invierno, antesalas de noches de largo recorrido. Veladas de alegría, de música con sentimiento que surge del corazón de
Cole Porter mientras bailamos en el
Waldorf Astoria. Momentos de deleitarnos con martinis preparados por
Oscar Estrades en la barra, siempre en la barra, del Bull&Bear.
Nunca uno, no más de dos, siempre en compañía... y la aceituna para acompañar el penúltimo trago. Escanciamos en un
vaso mezclador con abundante hielo una copa de
vodka Grey Goose macerado previamente con
piel de naranja, lo bendecimos con cuatro golpes de
Carpano Punt e Mes, removemos durante unos quince segundos y servimos en copa de martini añadiéndole el detalle de una
aceituna negra. Perla de noche.
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