Shrek lo hace de nuevo

Mientras la vida en el reino le provee tranquilidad hogareña, amor y celebridad, Shrek sueña con volver a ser un ogro normal durante un día.

• Esta semana llega la cuarta película del ogro verde, con promesa de final feliz en el pantano y de nuevos productos con algunos de sus personajes secundarios.

Se dice que será una especie de despedida grupal de los personajes para que después regresen por separado, quizá sólo para video o con apariciones especiales en nuevas franquicias. Dreamworks le dio cierre definitivo a la saga de Shrek y esta semana se estrenará en las salas de la ciudad Felices para siempre, cuarta y última entrega de la historia de amor animada del ogro y la ogresa del Reino Muy Muy Lejano, ahora en 3D.

El estreno en Estados Unidos, en mayo pasado, la ubicó entre las películas más vistas de la temporada, con el primer puesto durante tres semanas y una recaudación, en ese período, que superó los 180 millones de dólares. La marca alcanzó para ganar a la competencia, pero no superó a las tres entregas anteriores. Tampoco la crítica fue consagratoria para la clausura del cuento, con una parte de la prensa especializada que la definió como un episodio superior al tercero y otra que se dedicó a enumerar las decepciones en las que cayó el argumento desde que Shrek se convirtió en la gran nueva noticia del imaginario infantil animado.

Antes de empezar
La trama arranca esta vez con lo que estaba sucediendo en el reino un poco antes de que Shrek y Fiona se conocieran. El malvado mago Rumpelstiltskin está por cerrar un acuerdo con los reyes Harold y Lilian, padres de Fiona, en el que se compromete a romper la maldición que padece su hija a cambio del trono de Muy Muy Lejano. Los reyes acceden, pero un instante antes de firmar el contrato, un sirviente llega con la noticia de que Shrek ha rescatado a la princesa. Lo que siguió es historia conocida. Sin embargo, Rumpelstiltskin encuentra una oportunidad para deshacerla. Shrek, instalado con su ogresa y sus tres hijitos en el pantano, está empezando a sentirse incómodo con su vida, se pregunta qué habría pasado si no hubiera tomado algunas de las decisiones tomadas, si no fuera la celebridad que es, si de alguna manera pudiera sentirse ogro otra vez. En ese territorio de dudas, aparece el mago para ofrecerle otro acuerdo.

La promesa será volver a empezar, recuperar la chance de tener un día entero como un ogro solitario otra vez, recorrer su propio mapa como si nada hubiera pasado en el pantano. Pero, a cambio, deberá resignar un día de su propia infancia, a elección del mago. El ogro acepta y en ese instante desaparece el día en que llegó al mundo. Un universo paralelo se abre delante de él, uno en el que sus amigos no lo conocen, en el que Fiona lo detesta, el Burro lo desprecia y donde el aguerrido Gato con Botas es un minino afeminado, obeso y temeroso de la aventura.

Como en todas las historias del ogro, el tiempo a contramano vuelve a ser condición necesaria de la acción. El contrato con Rumpelstiltskin podrá ser anulado, si antes de que transcurra un día y toda su noche, la princesa se enamora del ogro otra vez y le da su primer beso de amor.

Como el título bien lo indica, el final será una fiesta y saberlo es lo de menos. Mike Myers, voz histórica del ogro en su versión original, dice en una entrevista para Clarín, que la despedida es, por lo menos, elegante. “Lograron conservar la integridad de la serie. Todo pasa por esa frase: ‘Pero eres hermosa para mí’, de la primera. Al enamorarse de ella, el ogro dice: ‘También yo soy hermoso. Y también tú lo eres’. Es algo que tiene mucha fuerza. Hace mucho que lo hacemos. Es probable que la puerta no tenga candado, pero está cerrada con buen gusto”, apunta, mientras despide a la criatura, después de una década en su cuerpo verde.

Verde felicidad
Y mientras el ogro busca su final de cuento encantado, Dreamworks trabaja para que el quiosco siga funcionando. La franquicia de Shrek culmina con su cuarta película, pero la intención es que lo capitalizado durante estos 10 años sostenga un tiempo más de ingresos para la productora. Para ello diseñaron una serie de estrategias, como la que promete llevar a la pantalla grande al Gato con Botas, que sale del filme en compañía de un amor a medida de sus aspiraciones: Kitty, la gata con voz de la bomba mejicana Salma Hayek, dispuesta a desbaratar de una vez por todas la leyenda del felino indomable y solitario que usa sombrero.

Mientras los números del ogro siguen siendo redituables, a pesar del desgaste de las secuelas, la cuarta película auspicia millones para la productora. El debut la ubicó a la cabeza de las taquillas y fue el quinto estreno más convocante de la historia del cine animado, detrás de Shrek Tercero, Toy Story 3, Shrek 2 y Los Simpson, la película. Con pocas nuevas ideas a la vista, el negocio parece seguir siendo la repetición hasta la última gota.

Más vidas para el gato
Su aparición con sombrero, botas y estilete le abrieron la primera puerta, pero la definitiva fue, sin dudas, el primer plano de sus ojos bien abiertos, suplicantes ante la furia del ogro y de cualquiera que amenazara su integridad o la realización de sus intenciones. El Gato con Botas, con la voz de Antonio Banderas y el pelaje de Garfield se abrió su propio camino en la saga de Shrek y por ahora es el único que haber conseguido su propia película.

El filme, previsto para comenzar a rodarse este año y con fecha de estreno para 2011, ubicará la acción en los tiempos previos al encuentro con Shrek y el Burro, en este caso con una aventura que lo ocupará en la cacería de la famosa gallina que pone los huevos de oro.

El director será Chris Miller, responsable del guión de Lluvia de hamburguesas y formado en el mundillo de la animación por computadoras desde la primera Shrek. También estará allí la nueva figura de la saga del ogro: Kitty, la gatita seductora que lleva la voz de Salma Hayek y que abre una nueva dimensión en el trampolín del gato hacia las primeras ligas de los personajes animados protagónicos. Sin chica no hay héroe, por más botas y ojitos tiernos que se ponga.

Fuente: LaVoz/VOS