Madonna, la profe está de vuelta. Sin embargo, quiere seguir agitando.
- Lady Gaga - Madonna. El clásico menos pensado. ¿Acaso la mejor alumna aventaja a la maestra?
Ya es un hecho. Las noticias que genera Lady Gaga son superiores en número (e impacto) a las de Madonna. Es así, incluso, en tiempos como éste, en el que la Reina Madre disfruta el reciente del lanzamiento de un DVD que ofrece testimonio del “Sticky & sweet tour”.
Que si tiene pene o no, el video con Beyoncé, el productor que dice haberla inventado, sus cortes de pelo, su impronta warholiana, el lanzamiento al estrellato de su hermana adolescente, su inminente debut cinematográfico a las órdenes de Quentin Tarantino... Lady Gaga se las ha ingeniado para permanecer en términos de gran estrellato mientras Madonna la relojea, rindiéndose ante la evidencia de que su hija Lourdes tiene una nueva “artista-faro”. Stefani Germanotta, así se llama Lady Gaga, tiene apenas un disco (The fame) y medio (el EP Monster) pero ya se siente (ella misma, y las terceras en relación a ella) una amenaza.
En referencia a mi entusiasmo por The fame, hace tiempo, una amiga me dijo: “el año que viene no existe más”. Pasó el año, pasó otro y ahí está Gaga, firme como rulo de estatua, como el imaginario pene que se ha encargado de manipular. Entonces, ¿reseteamos a Madonna en favor de Gaga? Es apresurado.
El texto precedente fue publicado en el blog Oído absoluto, siempre disponible en VOS.com.ar. Y generó el siguiente comentario de la colega Natalia Torres: “Madonna tuvo una ventaja: vivió en una época donde aún quedaba capacidad de shock. Gaga me encanta, quizá más que Madonna, y logró armar un sello estético increíble (aunque, ojo, veo ciertos ecos de Roisin Murphy en su imagen), pero ya no le quedan terrenos para el escándalo”.
Sigue el blog: Pasemos a detallar las cosas que le faltan a Lady Gaga para ser indiscutida en serio.
Una gira global que incluya Asia y Sudamérica. Inquietar al Vaticano. Permanecer en el tiempo, soportar a una nueva embestida del rock de guitarras, algo que ocurre cada ciclos de 10 años.
A Lady Gaga le falta cambiar, reinventarse. Me dicen mis compañeras de redacción que su imagen es tan potente, que le resultará difícil pasar a otra cosa. Aquí volvió Torres: “Que Gaga tenga una imagen tan fuerte no le hace difícil pasar a otra cosa. Ejemplo a mano, y salvando las distancias: David Bowie. Después de la potente imagen glam y andrógina de Ziggy Stardust pasó a la sobria elegancia del Duque Blanco. Y le fue bien”.
Gaga tendría que hacer otro disco de la estatura de The fame. Ya es hora. Gaga todavía tienen que bancarse el bajón de no aparecer. Porque salir todos los días en tapa de diarios o revistas (o en los home del inabarcable mundo virtual) genera una adicción de la que es difícil salir. Y en algún momento hay que recluirse para grabar. Además, tiene que lograr mantener un oído atento en las pistas. Es indispensable para un artista de alma clubber. Por la maternidad y otras cuestiones, Madonna perdió punch y salió a vampirizarlo. En Lady Gaga, hoy, parece poco probable que suceda. Pero nunca se sabe.
Gaga aún no ha paliado la falta de ideas con movidas políticamente correctas. Como el punto anterior, parece poco probable que suceda en su caso, exacerbadamente extravagante y hedonista como para ponerse a pensar en la falta de agua, la crisis ambiental o las tiranías del mundo. Pero, va de nuevo, nunca se sabe.
Stefani no debe pasarse de rosca en sus extravagancias. Entre tanto agite, se puede perder eficacia. Esto sí que a Madonna no le pasó. Jamás dio puntada sin hilo.
Gaga debe ver cómo se sostiene en el tiempo, cómo surfea el paso de los años, la llegada de la adultez y, más adelante, la vejez. Por ahora es más estrella que estrellada.
Diferencias
La edad. Madonna tiene 51; Lady Gaga 24
Contextos de germinación. Madonna horrorizó cuando había enemigos puntuales para horrorizar. Lady Gaga sale ante un mundo acostumbrado al escándalo.
Las velocidades de reinvención. Madonna es de la vieja escuela, se manifiesta cuando tiene un producto por defender. Lady Gaga genera tres noticiar por día.
Similitudes
El look. Las dos son rubias, elásticas y desprejuiciadas. Entre el porno soft y la estética de las pin up, siempre están decididas a marcar tendencia.
Videogenia. Ambas utilizan el clip como instrumento de penetración. Tiempo atrás, Madonna agitaba reverenciando a un Cristo Negro. Hoy, Lady Gaga plantea un mediometraje carcelario.
Paridas por la misma escena. Las dos surgen en Nueva York, en el seno de las discos gay.
En el medio de los extremos
Britney y Chrsitina, ¿dónde quedaron?. Más que a Madonna, el creciente fenómeno de Lady Gaga afectó a las herederas más potables no hace demasiado tiempo atrás: Britney Spears y Christina Aguilera. Para las blondas se abre ahora un nuevo panorama, ver cómo se las arreglan para reposicionarse dado el huracán Gaga, que ha logrado reducir a un lejano eco la (mala) conducta de Spears y los potentes agudos de Aguilera. Pero a éstas no hay que darlas por vencidas aun vencidas. Britney ya dio muestras de renacimiento con Blackout (que luego atenuaría con el aceptable Circus), mientras que una Christina con look sadomaso robótico anuncia nuevo disco para junio. Se llamara Bionic y el corte ya está en rotación.
Fuente: LaVoz/VOS
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